La vuelta a la rutina después de las vacaciones suele ser un poco dura, tenemos que volver a acostumbrarnos a los horarios y a los madrugones. Pero para eso tenemos al café, que se convierte en nuestro mejor aliado por las mañanas para despertarnos y poder empezar el largo día de trabajo con energía.
La cafeína es la responsable de que el café nos despierte y nos dé energía. Se trata de una sustancia psicoactiva que estimula el sistema nervioso, así como la producción de adrenalina y de dopamina, una de las hormonas de la felicidad. Asimismo, aporta concentración, ideal para tener un productivo día de trabajo.
Una taza de café puede contener hasta 128 mg de cafeína, según el tipo de infusión de la cafetera que utilices será mayor o menor. Las cafeteras espresso, ya sean de bomba tradicional o superautomáticas consiguen una extracción de cafeína mayor que las de filtro o italianas.
Aunque la cafeína no solo nos aporta energía y concentración, también tiene muchos beneficios para la salud, como controlar la diabetes, reducir el riesgo de padecer enfermedades del hígado y de sufrir Parkinson.
Pero la cafeína no es lo único que nos aporta energía. En la mayoría de casos, tomamos el café con azúcar u otros edulcorantes y con leche o bebidas vegetales. Tanto el azúcar como la mayoría de edulcorantes son sustancias estimulantes también.
Otro factor que puede hacer que nos despejemos por la mañana es el ritual del desayuno. Tanto la energía que nos aportarán los alimentos, si son a base de cereales todavía mejor al contener carbohidratos, como la de la cafeína son la mejor forma de conseguir la energía que necesitamos.
Además, si te tomas tu tiempo y desayunas con tranquilidad eso hará que tu inicio de día sea mucho más agradable.
Así que ya sabes, regálate un ratito cada mañana para disfrutar de tu café favorito tranquilamente y… ¡a por el día!